SOMOS TODOS DOCENTES

Néstor Kirchner todavía sigue sin entender. No aprendió que escuelas recién pintadas, con lindos gimnasios y plaquetas de bronce, no es tener política educativa. No aprendió que hospitales con camas más lindas y grandes no es tener una política en materia de salud. No aprendió que de nada sirve exigir el trabajo en blanco, cuando el gobierno da y paga en negro. No aprendió que aumentos para romper huelgas y a pocos meses de las elecciones no es una política salarial seria, no es nada. No aprendió que los aumentos no se anuncian, se ejecutan.

Actualmente, los maestros de Santa Cruz tienen el sueldo básico más bajo del país: 161 pesos. Sobre este miserable número es que se calculan los aportes jubilatorios y el pago de los ítems adicionales (antigüedad, título etc.). Es sobre ese sueldo básico, entre otras cosas, donde los docentes construyen su jubilación. Al no tener aportes, todo lo demás se cobra en negro.

Santa Cruz es la provincia con el índice de repitentes escolares más grande del país. ¿Qué calidad de enseñanza puede dar un profesor que cobra $9 por hora cátedra, y que en una mañana se recorre media ciudad para poder cumplimentar las horas asignadas en los distintos colegios para poder lograr una diferencia a fin de mes le permita pagar las cuentas? El presentismo, que lejos de ser un estimulo terminó convirtiéndose en una cadena extorsionadora. Una cadena que se rompe fácilmente solo cuando hay que decir presente en una inauguración, un acto del Frente para la Victoria, o para ir a ponerle cara linda al Presidente de la Nación. Para no perderlo deben ir a trabajar enfermos y en condiciones que los alumnos no deben soportar. El presentismo significa un 20% del sueldo en aquellos docentes con poca antigüedad. Una enormidad en una provincia donde el invierno y los obstaculos son una lucha constante.

El terminar con todos estos abusos es una vieja lucha de los docentes santacruceños. Una lucha que no siempre fue bien encarada. Una lucha que los maestros dejaron de lado por conveniencias políticas o por miedos concretos y absolutamente respetables. Pero llegó ese día donde la suma de todo volvió a dar un resultado negativo. Llegó ese día donde los docentes dijeron basta. Pusieron por sobre el miedo, su dignidad. A esta lucha se le han sumado docentes jubilados y gente que espontáneamente apoya esta expresión de protesta. El aire de Río Gallegos no es el mismo, los ánimos ya no son los complacientes de años atras. Desde el viernes se vienen realizando en la capital santacruceña, y en las principales ciudades de la provincia de Santa Cruz, marchas multitudinarias (cerca de las 2000 personas en cada marcha que se realizó en Río Gallegos), algo nunca visto. Un mensaje que el gobierno tendrá que asimilar, para poder de esa forma realizar el tan ansiado MEA CULPA que le permita de una vez por todas ser coherentes en un proyecto de gobierno positivo que no solo consista en el gasto en obra pública. Un gobierno que enceguecido por su propia soberbia se niega a mirar hacia delante.

El viernes fueron convocados por la Presidenta del Consejo Provincial de Educación, profesora Silvia Esteban (Esposa de Raúl Copetti, tesorero del Frente Para la Victoria de Santa Cruz). En la reunión se les dijo que no había ningún aumento previsto para el año 2007. El lunes, apenas dos días después, imprevistamente, en el acto de inicio de clases (que no se iniciaron), el gobierno provincial anunció un aumento remunerativo pero no incluido al básico. No hubo ninguna comunicación oficial ni nadie sabe bien de que se trata. Los docentes rechazaron ese aumento y hoy decidirán como prosigue la lucha.

Las últimas luchas gremiales de la provincia no aportan una buena experiencia. Los trabajadores de la sanidad fueron ninguneados y manoseados, y ahora los docentes no quieren ser engañados como hicieron con la Policía. Que fue presionada para que levanten el autoacuartelamiento de octubre de 2005 y la provincia del Presidente no tenga las elecciones con la policía acuartelada. Se les prometió aumentos que luego fueron negados. Aumento que les fue prometido en una reunión en la que participaron Wilfredo Roque, Roque Ocampo, Ministro Secretario General, Julio De Vido y el representante letrado de los policías Dr. Carlos Muriete. Fue una traición lisa y llana. Una de las tantas traiciones a su personal por parte del Jefe de Policía.

Las cartas ya están sobre la mesa y los docentes son los únicos responsables de forjar su destino y empezar a escribir las páginas de una nueva historia en Santa Cruz. Una historia donde el miedo quede a un costado y puedan más los deseos de vivir en democracia. De vivir con un gobierno que sepa que el voto es un mandato del pueblo y no una posibilidad de ascenso personal a costa de todos.