Gente, arrancó el mundial!!!!. A partir de ahora solo pocas cosas importan más que eso.
Mientras realizaba la cotidiana recorrida virtual por mis blogs de cabecera (recomiendo www.valechumbar.com para seguir el mundial), me encontré con la actualización de Verdades Relativas. El 11 de abril reproduje en este espacio la "Carta Abierta al Presidente" . Hoy vuelvo a recurrir a Verdades Relativas para acercarles "ANESTESIA MUNDIAL". AGUANTE ARGENTINA.
Mientras realizaba la cotidiana recorrida virtual por mis blogs de cabecera (recomiendo www.valechumbar.com para seguir el mundial), me encontré con la actualización de Verdades Relativas. El 11 de abril reproduje en este espacio la "Carta Abierta al Presidente" . Hoy vuelvo a recurrir a Verdades Relativas para acercarles "ANESTESIA MUNDIAL". AGUANTE ARGENTINA.
ANESTESIA MUNDIAL
Cuando faltan muy pocas horas para el inicio del Mundial 2006, es muy fácil predecir que es lo que ocurrirá en nuestro país durante este mes de autismo colectivo y cuales son las aspiraciones de todos nosotros, enfermos futboleros y las del gobierno K, que son parecidas pero no necesariamente las mismas.
Las nuestras son pocas y simples.De máxima, salir campeones.De mínima, llegar lo más lejos posible y que Brasil no salga campeón.
Las del Gobierno K también son pocas y simples. En realidad es una sola; que salgamos campeones.De mínima no tienen ninguna.
Los motivos de nuestras aspiraciones también son muy simples. El fútbol para nosotros no es un deporte, es una pasión solo superada por el amor a nuestra madre. Ni siquiera nuestra esposa, novia, pareja, genera semejante pasión. El fútbol es la guerra por otros métodos. El ser campeones nos coloca en la cima de la gloria. Somos los mejores del barrio, de la ciudad, de la provincia, del país, del MUNDO. Nos permite caminar las calles con la cabeza alta y la soberbia del que se sabe el mejor. Todos nuestros problemas pasan a un segundo plano. Somos los campeones del mundo y punto.Para el gobierno K, conocedor como ninguno de los humores argentinos, ser campeones del mundo le garantiza un mes de tranquilidad. Piensa que no habrá piqueteros en las calles ni cortes de rutas y si los hay serán muy pocos. ¿Quién saldrá a las calles cuando, durante horas, todos estaremos frente a un televisor absortos por el mundial?
Los conflictos con los militares quedarán congelados durante un tiempo. Ellos también estarán pendientes del mundial. Crease o no su pasión futbolera es la misma o acaso nos olvidamos que se jugó un mundial en plena guerra de Malvinas y los partidos se escuchaban en los campos de batalla.Durante un mes no tendrán que mostrar estadísticas mentirosas, total a quién le puede interesar si el costo de vida bajó o subió o si hay más o menos desocupación. Salvo Lilita, de quién se desconoce sus gustos deportivos, ningún opositor saldrá con discursos crítico que nadie escuchará.
Hay expertos que aseguran que el ganar un mundial mejora, por un tiempo, la economía del país triunfador. ¿Que podría ser mejor para el gobierno?¿A quién le pueden importar los actos de corrupción durante el mundial?El triunfo sin lugar a dudas lo capitalizará Kirchner y hasta le puede asegurar la reelección.Una derrota, incluso en la final, complica todo.A nosotros nos vuelve a la realidad. Todos los problemas se nos caen encima. El trabajo que no soportamos. Las deudas que no podemos pagar. Nuestros hijos se nos hacen insoportables y ni hablar de nuestras mujeres, quienes no entienden nada y para peor nos preguntan ¿por qué perdimos?
Al gobierno una derrota lo volverá más irascible aún. Sabe que el humor de la gente estará en el límite de lo soportable y que todos los problemas que existían antes del mundial tomarán otra dimensión. Si la economía, hoy con índices altamente favorables, llega a desmejorar, más no sea medio punto, la reacción popular será contundente y desmedida y contra todo los pronósticos la reelección correrá peligro.
Si bien los efectos de un triunfo no durarán para siempre, basta recordar los campeonatos del 78 y el 86, otorgarán al gobierno el suficiente respiro para llegar con cierta tranquilidad a las elecciones del 2007.La pregunta del millón y para la cual yo no tengo respuesta es:
¿Qué será lo mejor para el país, salir campeones o quedar afuera? Solo el tiempo lo dirá. Igual y a pesar de todas las dudas que se puedan generar, VAMOS ARGENTINA TODAVIA QUE VOLVEREMOS A SER CAMPEONES COMO EN EL 86.
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