LA CONTRAMARCHA: UN METODO PINGÜINO

YA COMO GOBERNADOR, KIRCHNER AVALABA "APRIETES" A OPOSITORES

Por Damian Glanz y Juan Cruz Sanz

La contramarcha que realizó el ex piquetero Luis D’Elía para impedir el crecimiento del acto de Juan Carlos Blumberg no fue una excepción al folklore kirchnerista. Fue una muestra del método de presión que instauró el Presidente cuando era gobernador. De hecho, el último miércoles se repitió el escenario en la tierra del Presidente. El ultra pingüino Rudy Ulloa montó una marcha oficialista en Río Gallegos para desarticular una protesta de estatales que reclamaban aumentos salariales. Quiénes son y cómo funciona la nueva "Guardia de Hierro" que ejecuta el plan para enfrentar a quienes cuestionan las políticas K.


Acción. Reacción. Marcha. Contramarcha. La Casa Rosada ejecutó esta semana una estrategia de presión que el pingüinismo clásico utiliza para enfrentar a quienes plantean disidencias. La manifestación que el último jueves organizó el ex piquetero Luis D’Elía para menguar la asistencia al acto de Juan Carlos Blumberg no fue un hecho aislado de la historiografía K. Se trata de un metodología de apriete que diseñó Néstor Kirchner cuando era un novel gobernador patagónico. Y tampoco fue la única que activó en estos días. El miércoles pasado, a 2.600 kilómetros del Obelisco y de la Plaza de Mayo, las fuerzas pingüinas desplegaron otra contramarcha para empañar una protesta de empleados públicos de Santa Cruz que reclamaban un aumento del salario básico. El organizador de ese mitín fue uno de los integrante del estrecho círculo K: Rudy Fernando Ulloa Igor, el principal operador político del Frente para la Victoria en Santa Cruz, fundador de Compromiso K, ex chofer de Kirchner y propietario de un multimedio ultraoficialista.

Guardia de hierro. La fotografía que ilustra esta página data de febrero de 2000. Retrata el avance de una contramarcha montada para enfrentar una manifestación del sindicato de docentes santacruceños, que ese día se movilizaba contra el despido de 300 maestros. En primera fila desfilan Ulloa y su compañero Luis Alberto Díaz, denunciado por PERFIL por haber agredido a dos periodistas de este diario (ver recuadro aparte).
La transformación de las marchas críticas en potenciales escenarios de violencia es una constante de las administraciones K. Y hoy Luis D’Elía es a la presidencia de Kirchner lo que Ulloa fue a la gobernación del pingüino.

El subsecretario de Tierras y Hábitat, recibió su carné de guardián callejero después de que encabezara la toma de una comisaría de la Boca en junio de 2004. Durante ese episodio, la plana mayor del Gobierno justificó la reacción violenta y terminó elevando a D’Elía al altar de la "Guardia de hierro K". El primera demostración devota la protagonizó en marzo de 2005, cuando motorizó el boicot contra la petrolera Shell que había convocado Kirchner. Hace dos semanas había vuelto a ocupar su rol de fuerza de choque en Corrientes, donde montó un desfile rural contra el empresario norteamericano Douglas Tompkins.

El apriete K llegó también llegó a las Fuerzas Armadas. Mediante el radiograma reservado 2354/06 del 28 de agosto, la Secretaría General del Ejército le comunicó a todo el personal militar que la concurrencia a la marcha de Blumberg sería "sancionada con el máximo rigor", lo que "amerita el pase a situación de retiro".

Gladiadores K. El presidente Kirchner tiene un soldado en cada frente de conflicto. Ulloa y D’Elía son sólo dos de los integrantes de la nueva "Guardia de Hierro".
En agosto de 2005, y en medio de la pulseada del Gobierno con los supermercadistas para contener la inflación, el gremio de Hugo Moyano bloqueó una planta de abastecimiento de Coto. Unos meses más tarde paralizaron la distribución de alimentos en todo el país. Pedían un aumento salarial del 28 por ciento. Moyano acordó una suba del 19 por ciento y con ese pacto, el guardián sindical marcó la agenda de los posteriores negociaciones salariales.
En marzo de este año el pingüino emperador insistió con los boicot. Llamó a no consumir carne a menos que descendiera su precio. Para negociar con la Sociedad Rural, envió a su guardián económico, el secretario de Comercio Interior y aficionado a la caza de ciervos, Guillermo Moreno. Este funcionario, famoso por negociar frotando la culata de su revólver, se desnudó ante los empresarios del campo: "El monopolio de la violencia lo tiene el Estado, y el Estado soy yo". Después vino el acuerdo de los "cortes populares".

En el Congreso, Kirchner tiene un soldado. Carlos Kunkel se ocupa de "convencer" a los diputados del oficialismo que plantean reparos a los proyectos del Gobierno. Fue clave en la expulsión de María del Carmen Alarcón del bloque K por cuestionar la política agropecuaria de la Casa Rosada.

El secretario de Medios de la Nación, Enrique "Pepe" Albistur, es el guardián mediático. Parte y reparte la publicidad oficial. El año pasado, había confesado su pertenencia a la Guardia de Hierro. El día del periodista había publicado un aviso donde afirmaba: "Hoy estamos apretando a los periodistas (con un fuerte abrazo)".

PUBLICADO EN EL DIARIO PERFIL - DOMINGO 3 DE SEPTIEMBRE DE 2006