-Osvaldo ¿Qué pasó con el abuelo de Kirchner?
-Es una vieja disputa familiar entre los Kirchner y los Bayer. Mis padres vivieron en Río Gallegos entre el año ‘20 y el ‘23, y justamente ahí, mi padre fue testigo de los fusilamientos, y gracias a sus relatos nació mi interés por aquella historia. En Río Gallegos no había nadie que hablara alemán, el único era Carlos Kirchner. Entonces, mi padre y el abuelo del presidente se hicieron amigos y hablaban en alemán. Mi padre no sabía que el abuelo de Kirchner era usurero. Un buen día, vino el abuelo de Kirchner y le dijo a mi padre: “Kaspar necesito 10 mil pesos”. Era muchísimo dinero, para que se den una idea con esa plata se compraba una casa muy buena. Mi padre le prestó esa plata y Carlos Kirchner nunca se la devolvió. Por este motivo, al hombre que mi padre odió más en su vida fue al abuelo del presidente. Además, el abuelo de Kirchner tenía un hotel con orquesta de señoritas, a las cuales las explotaba y esto lo contaban los obreros. Cuando hice la investigación encontré volantes obreros que decían: “Kirchner miserable, explotador”.
Pensando en la venganza familiar lo publiqué en mis libros (risas). El abuelo de Kirchner también fue colaboracionista con el ejército. No fue un fusilador pero apoyaba, y un hermano de él fue el fotógrafo oficial del ejército. Las fotos del Coronel Varela haciéndose el napoleón se las debemos a él. Estos documentos pasaron a la historia gracias al tío abuelo de Kirchner. Un buen día, canal 9 me invitó a una entrevista porque se iba a hacer una obra teatral sobre la patagonia y convocaron también a varios otros. Yo estaba en un saloncito esperando para entrar al estudio y me encuentro con Cristina Fernández de Kirchner, que en aquel tiempo era diputada nacional. Yo percibí que me miraba, me miraba, me miraba…y de pronto me dice: “Escuchame una cosa, ¿Vos sos Osvaldo Bayer? Le contesto que sí. Y me increpa diciendo: “Vos tenés una tara mental”. Se expresa así porque es muy abierta ¿Viste? (risas). “Vos tenés un complejo, cada vez que leo un libro tuyo hablás del abuelo de mi marido, te escucho por radio y hablás del abuelo de mi marido, no tenés otro tema”, me cuestionó.
La verdad que a mí me pareció un tanto insolente de su parte. Entonces la provoqué y le dije: “Y bueno, si el abuelo de tu marido era un atorrante…”. Y ella hizo un movimiento con la boca y afirmó: “No era un atorrante, era un pícaro”. “Bueno, sí, era un pícaro, pero devuélvanme con intereses todo lo que me deben. Hoy sería un millón y medio de dólares”, retruqué.
Un tiempo después ocurrió algo imprevisto. Kirchner, ya presidente, me invitó a ver la Patagonia Rebelde en el salón blanco de la Casa de Gobierno. Yo creí que era una gran cargada, porque después de que me quemaron los libros, de exiliarme por la película, de estar diez años prohibida, de pronto se daba en el salón blanco de la presidencia. Parecía la novela de un tipo que está loco. Esas cosas pasan en la Argentina. Entonces fuimos con el director y los actores. Mientras estábamos esperando entró Kirchner y se dirigió hacia mí. Recuerdo que me dio un abrazo que todavía me duelen todos los huesos. Mientras la gente aplaudía, me dijo al oído: “No era mi abuelo, era el hermano de mi abuelo”. Y yo lo miré como diciendo, “vamos nene, mirá que investigué bien”. Después vino Felipe Sola y también me dio un gran abrazo, y yo ya empecé a sospechar de mí mismo. Me dije: “¿Que está pasando? (Risas)
Luego, la revista Noticias y el diario Perfil se aprovecharon de esto y titularon: “Bayer: El abuelo de Kirchner era usurero”. Cosa que me pareció muy baja, porque el nieto no tiene nada que ver con los pecados del abuelo. Pero Kirchner se vengó. Un buen día, me llamó por teléfono un amigo y me dijo: “Así que Kirchner te nombró embajador en Alemania. Tenés casi 80 años y ahora te venís a convertir al peronismo”. “¿Quién te dijo eso?”, le pregunté. Y respondió: “Lo dijo Lanata en televisión”. Nunca lo pude desmentir del todo porque como la había dicho Lanata algo quedó. Fui a verlo a Lanata y le pregunté: “¿De dónde sacaste esa información?” Y Jorge me dijo: “Mira, entre vos y yo, me llamó Kirchner y me dijo que te había nombrado embajador en Alemania”.
Entrevista Completa en el Norte Digital
-Es una vieja disputa familiar entre los Kirchner y los Bayer. Mis padres vivieron en Río Gallegos entre el año ‘20 y el ‘23, y justamente ahí, mi padre fue testigo de los fusilamientos, y gracias a sus relatos nació mi interés por aquella historia. En Río Gallegos no había nadie que hablara alemán, el único era Carlos Kirchner. Entonces, mi padre y el abuelo del presidente se hicieron amigos y hablaban en alemán. Mi padre no sabía que el abuelo de Kirchner era usurero. Un buen día, vino el abuelo de Kirchner y le dijo a mi padre: “Kaspar necesito 10 mil pesos”. Era muchísimo dinero, para que se den una idea con esa plata se compraba una casa muy buena. Mi padre le prestó esa plata y Carlos Kirchner nunca se la devolvió. Por este motivo, al hombre que mi padre odió más en su vida fue al abuelo del presidente. Además, el abuelo de Kirchner tenía un hotel con orquesta de señoritas, a las cuales las explotaba y esto lo contaban los obreros. Cuando hice la investigación encontré volantes obreros que decían: “Kirchner miserable, explotador”.
Pensando en la venganza familiar lo publiqué en mis libros (risas). El abuelo de Kirchner también fue colaboracionista con el ejército. No fue un fusilador pero apoyaba, y un hermano de él fue el fotógrafo oficial del ejército. Las fotos del Coronel Varela haciéndose el napoleón se las debemos a él. Estos documentos pasaron a la historia gracias al tío abuelo de Kirchner. Un buen día, canal 9 me invitó a una entrevista porque se iba a hacer una obra teatral sobre la patagonia y convocaron también a varios otros. Yo estaba en un saloncito esperando para entrar al estudio y me encuentro con Cristina Fernández de Kirchner, que en aquel tiempo era diputada nacional. Yo percibí que me miraba, me miraba, me miraba…y de pronto me dice: “Escuchame una cosa, ¿Vos sos Osvaldo Bayer? Le contesto que sí. Y me increpa diciendo: “Vos tenés una tara mental”. Se expresa así porque es muy abierta ¿Viste? (risas). “Vos tenés un complejo, cada vez que leo un libro tuyo hablás del abuelo de mi marido, te escucho por radio y hablás del abuelo de mi marido, no tenés otro tema”, me cuestionó.
La verdad que a mí me pareció un tanto insolente de su parte. Entonces la provoqué y le dije: “Y bueno, si el abuelo de tu marido era un atorrante…”. Y ella hizo un movimiento con la boca y afirmó: “No era un atorrante, era un pícaro”. “Bueno, sí, era un pícaro, pero devuélvanme con intereses todo lo que me deben. Hoy sería un millón y medio de dólares”, retruqué.
Un tiempo después ocurrió algo imprevisto. Kirchner, ya presidente, me invitó a ver la Patagonia Rebelde en el salón blanco de la Casa de Gobierno. Yo creí que era una gran cargada, porque después de que me quemaron los libros, de exiliarme por la película, de estar diez años prohibida, de pronto se daba en el salón blanco de la presidencia. Parecía la novela de un tipo que está loco. Esas cosas pasan en la Argentina. Entonces fuimos con el director y los actores. Mientras estábamos esperando entró Kirchner y se dirigió hacia mí. Recuerdo que me dio un abrazo que todavía me duelen todos los huesos. Mientras la gente aplaudía, me dijo al oído: “No era mi abuelo, era el hermano de mi abuelo”. Y yo lo miré como diciendo, “vamos nene, mirá que investigué bien”. Después vino Felipe Sola y también me dio un gran abrazo, y yo ya empecé a sospechar de mí mismo. Me dije: “¿Que está pasando? (Risas)
Luego, la revista Noticias y el diario Perfil se aprovecharon de esto y titularon: “Bayer: El abuelo de Kirchner era usurero”. Cosa que me pareció muy baja, porque el nieto no tiene nada que ver con los pecados del abuelo. Pero Kirchner se vengó. Un buen día, me llamó por teléfono un amigo y me dijo: “Así que Kirchner te nombró embajador en Alemania. Tenés casi 80 años y ahora te venís a convertir al peronismo”. “¿Quién te dijo eso?”, le pregunté. Y respondió: “Lo dijo Lanata en televisión”. Nunca lo pude desmentir del todo porque como la había dicho Lanata algo quedó. Fui a verlo a Lanata y le pregunté: “¿De dónde sacaste esa información?” Y Jorge me dijo: “Mira, entre vos y yo, me llamó Kirchner y me dijo que te había nombrado embajador en Alemania”.
Entrevista Completa en el Norte Digital
6 comentarios:
"El ministro del Interior, Aníbal Fernández, pidió hoy al presidente de la Cámara de Casación Penal, Alfredo Bisordi, que "renuncie" a la magistratura y así le haga "un bien a la patria".
"Doctor Bisordi: ¿por qué no renuncia?, renuncie, váyase..." exclamó el titular de la cartera política."
Esto dijo el Ministro del Interior Anibal Fernández.
Y esto "Sr" Varisat ¿no es presionar a la Justicia?
"Sin presión. En tanto, el presidente del Consejo de la Magistratura, Pablo Mosca, consideró que "no significa ningún tipo de presión" el reclamo efectuado por Néstor Kirchner a este organismo sobre el pedido de juicio político a cuatro magistrados de la Cámara de Casación Penal."
Esto lo dijo Mosca en referencia a los dichos del Presidente. Lo podría haber dicho en referencia al escrito que firmó Monseñor Romanín y otros obispos de la Patagonía con respecto al caso Sayago.
Y ahora Varisat, ¿de qué te disfrazas?
MI ABUELA DECIA, "EL QUE HEREDA NO HURTA".
Lo de los fondos de Santa Cruz van a tener que preguntárselo a los nietos de Kirchner entonces.
El Sr. Bayer es una autoridad cultural, me dio verguenza ajena leer como lo maltrato la bipolar y frivola "Primera Ciudadana" (seguramente de un pais europeo no de aca) Cristina Fernandez. Ella no tiene autoridad moral para decirle nada a nadie, malgasta los dineros publicos y es menos peronista que el General Lonardi; por su ambicion personal hasta abandono a sus hijos (cuenten los años que hace que esta en Bs.As.), no sabe por su bipolaridad a quien representa si a BS.AS. o a Santa Cruz. No puede justificar su patrimonio ni el de su familia. Yo me pregunto DONDE MIERDA esta la oposicion y por que nadie la denuncio por Enriquecimiento Ilicito o por utilizar los medios del Estado en beneficio propio (lease: el famoso avion con los diarios a El Calafate, etc, etc).
VIVA LA PATRIA
Q pelotudo jajaja
Q pelotudo jajaja
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