SE MURIO MARTHA HOLGADO

La verdad completa tras el reclamo

Martha Holgado sería la hija de mi tío Meño, nomás

La semana que pasó los estudios genéticos despejaron cualquier resquicio de duda: Holgado no es la hija de Perón. No obstante, la confirmación fue doble para un periodista del Diario Perfil que, tras seguir con atención los resultados del ADN, confirmó que la mujer obsesionada con su filiación peronista es, por fin, su tía segunda.
Por Edi Zunino

La sangre tira, aunque en su caso sea discutible. Pero eso sí: el ADN no perdona. Ya está confirmado que Martha Susana Holgado no es, ni por las tapas, Lucía Perón. Y ahora que la ciencia dio su veredicto indiscutible, llegó el momento de saber la verdad completa. Lejos de ser la heredera plenipotenciaria del General, Martha Susana Holgado es apenas la hija pródiga del otro yo de su padre, mi tío Meño, que se llamaba Eugenio Holgado y prefería hacerse llamar Valdivia. Atentos, que nada de esto es broma.

Por obra y gracia de la fonética infantil, y de los modismos de un hogar de inmigrantes españoles, Eugenio Holgado fue apodado Meño casi desde que nació. Yo lo recuerdo ya de viejo, con la melena blanca más allá de los hombros y la barba blanca hasta la boca del estómago. Era tío directo de mi papá, es decir, hermano de mi abuela paterna: Rosa Amalia Benedicta Holgado, que prefería hacerse llamar Rosamalia, pese a que todos sus nietos le decíamos Palala.

Primera aclaración, por si hace falta: Martha Susana Holgado es prima hermana de mi padre, quien se murió convencido de que “la gorda siempre estuvo colifata”. Mi tío Carlos, hermano de mi papá, falleció aferrado a la misma certeza. Obsesionada por persuadir a todo el mundo de su filiación peronista, Martha Susana Holgado (o sea, mi tía segunda) tapó a Eugenio “Meño” Holgado, popularizándolo mediáticamente tras un rótulo bastante despectivo: “Mi papá de crianza”, eufemismo equivalente a un histórico par de cuernos. La cuestión es que así fue ocultándose a sí misma, tras la máscara de Don Juan Domingo. En esto de no llamar a nadie por su nombre exacto, su propio padre se refería a ella como La Susy; a su hermano, es decir, el hijo varón, lo llamaba Cuero o Cuerito. Fue el mismo Luis Eugenio (para mí, Cuero, quien también supo verse envuelto en problemas judiciales, si bien jamás tan épicos) quien trató de “mitómana” a su hermana en Tribunales. El ADN de ambos es compatible en el 99,98%. Cuero no es hijo de Perón, desde luego, ni pretendió serlo nunca. Claro que debe haber resultado difícil ser los hijos de Eugenio Holgado. No es sencillo ser el hijo de nadie, en realidad. Pero supongo que las mismas anécdotas que convirtieron al Tío Meño en un mito familiar, habrán sido puros conflictos para La Susy y Cuerito cuando iban forjando sus personalidades.

El Tío Meño era de aquellos personajes capaces de avisarle a su esposa: “Voy a comprar fósforos y enseguida vuelvo”, para volver a casa recién dos semanas más tarde, sin fósforos y con una serie de cuentos increíbles e incapaces de calmar a la Tía Cecilia, o sea, la madre de Martha Susana “La Susy” Holgado. (Qué Perón ni ocho cuartos: mi mamá jura que “La Susy es el calco de Cecilia”; mi tía Matilde avala el juramento).

El Tío Meño solía irse de juerga. Lo hacía, sobre todo, cuando la orquesta típica de Angel D’Agostino salía de gira por el interior o debía tocar en Montevideo. El primer violín de aquella exquisita formación tanguera, donde brillaba la voz de Angel Vargas (el Ruiseñor de las calles porteñas), era Benjamín Holgado Barrio, quien, en este caso como su nombre lo indica, era el hermano menor de Meño. Benja murió de cáncer a los 33 años.

No le fue nada mal, de joven, al Tío Meño. La buena suerte tocó a su puerta cuando la General Electric le otorgó la representación comercial exclusiva de sus productos. La asumió a través de una sociedad anónima denominada Valdivia y Asociados. Desde entonces se hizo llamar como su negocio: Señor Valdivia. La Argentina se industrializaba a paso veloz y, de golpe, Eugenio Holgado pasó a proveer de materiales eléctricos de última generación a las principales industrias, y en especial a una que pretendía ocupar el centro de la escena económica y política: las Fuerzas Armadas. Lector adicto de Julio Verne y de Emilio Salgari, y simpatizante lateral del Partido Comunista, se vio rodeado de coroneles y generales ambiciosos. El peronismo se venía con todo, aunque el Tío Meño nunca pensó que, en su caso personal, sería para tanto. La lectura había sido durante años el refugio para una vida de privaciones. Su papá abandonó la casa cuando él era nada más que un chico. Y de algún modo se cobró venganza metiéndose de polizón, con 15 años, en un barco que terminó anclando en el puerto de Cardiff, en Gales. Tuvo que pagarse el regreso trabajando en otro barco carbonero. Quiero creer que allí empezó a nacer (en las ensoñaciones de alta mar) el Señor Valdivia, el contador de historias, el inventor de apodos a diestra y siniestra, el verdadero papá de Martha Susana Holgado.

Cuenta la leyenda que, en Valdivia y Asociados, el Tío Meño tenía un empleado afectado de lepra. Y que lo había conchabado un poco de amiguero y otro poco, por piedad. Tal vez nunca haya ocurrido, pero se dice que cada vez que le pasaba un llamado telefónico, él hacía que limpiaba el tubo contra la camisa y le decía: “Gracias, Lepronio”. Lo inevitablemente cierto es que disfrutando relatos como estos, mi familia fue armándose en el culto a la ironía y al humor negro, esa especie de necrofilia al revés. En honor a esa pasión por entretenerse afilando la lengua fue que, en medio de un asado reciente, con varios vinos ya difuntos como testigos, el caso Martha Susana Holgado mereció el comentario poco digestivo de un pariente muy cercano, diría carnal: “Seguro que ésta se hizo un caldo con las manos de Perón para contagiarse el ADN”. Pero bueno, ya se sabe que un borracho es capaz de decir cualquier cosa. Los argentinos nos comemos unos 10 millones de vacas por año y eso no nos convierte en seres genéticamente bovinos. ¿O sí?

Debo confesar que las discusiones familiares sobre los reclamos de La Susy no siempre tuvieron semejante voltaje etílico. Más bien, todo lo contrario. Si mi tía segunda pudo sacudir años de certezas nacionales durante más de una década, el lector ya tendrá elementos suficientes para imaginar hasta qué punto logró poner en cuestión los pilares básicos de la identidad Zunino-Holgado. Tal vez esperábamos esos ADN como nadie. Ahora me siento más tranquilo. Tanto que, si fuera más creyente, me imaginaría al Tío Meño en el cielo, muerto de risa, diciendo: “Ya está, hija mía, has perdido. Ahora vete a casa y déjate de joder”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

SI ESTÁS DE ACUERDO CON LA OPINIÓN DEL SANTACRUCEÑO QUE LE RESPONDE AL PRESIDENTE,
REENVIALO A CUANTOS PUEDAS, OCTUBRE LLEGA PRONTO....... GRACIAS



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"El 28 de octubre, desde Tierra del Fuego a Jujuy, las urnas van a estar llenas de muy buena memoria. Ojalá que ese día a las 20.30 o 21 horas, nos estemos mirando a los ojos los argentinos de una punta a la otra y hayamos dado una lección de madurez al mundo, y de buena memoria".

(Del Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, en una de sus típicas alocuciones en su púlpito de Casa Rosada - 16/05/2007).

Un Santacruceño contesta:



Sí, presidente. Ojalá tengamos buena memoria. Ojalá tengamos MUY buena memoria.

* Ojalá recordemos que usted no fue, en la época de la dictadura, el gran luchador y militante pro-Derechos Humanos que quiere vendernos, sino que se movió a Santa Cruz y allí desarrolló una actividad de abogado usurero y protegido por sus aceitados vínculos con el poder militar que regenteaba la provincia, con la 1.050 bajo el brazo. Sería bueno que no olvidáramos que fue así la manera en que usted amasó una buena fortuna que después le permitió comenzar a hacer política y que hoy le depara cerca de 25 propiedades declaradas en el Sur y otras tantas en manos de testaferros.

* Ojalá recordemos que usted fue durante muchos años un gobernador menemista con todas las letras. Que votó a Menem en 1989, que lo acompañó en su política de acelerado y criminal desguace del Estado, que defendió las privatizaciones de las empresas de recursos naturales tal y como Menem las hizo, que hizo lobbie en el Congreso de la Nación para que se aprobaran las leyes de hidrocarburos y privatización de YPF, y que respaldó la reelección presidencial en 1995. Ojalá no olvidemos que en ese año las boletas del PJ santacruceño que usted conducía, decían "MENEM-RUCKAUF" de un lado y "KIRCHNER" bien al lado, cuando ya hacía 6 años que tenía lugar el gobierno que produjo la catástrofe social más grande de la historia democrática, que eclosionó en 2001 cuando usted pretendía ser un ente salido de un repollo.

* Ojalá recordemos que no se lo escuchó a usted criticar, en su momento, los indultos que beneficiaron a los principales jefes militares que ordenaron una de las matanzas más espantosas de la historia política nacional. Ojalá recordemos que, explícita o implícitamente, usted los convalidó como peronista y jefe del PJ santacruceño que acompañaba el proyecto menemista.

* Ojalá recordemos que su esposa, la senadora Fernández, fue junto a usted convencional constituyente de la mayoría justicialista en la Convención de 1994. Ojalá recordemos que allí, ambos fueron entusiastas partidarios de reformar la Constitución para permitir la reelección de Menem y, de paso, tener la excusa perfecta para intentar - y efectivizar - lo propio en Santa Cruz. Ojalá no olvidemos el discurso emotivo de la entonces convencional Fernández de Kirchner cuando clamó por la reelección calificando al de Menem como el gobierno "que rescató la Argentina del incendio en el que NOS LO DEJARON".

* Ojalá recordemos que usted despreció las instituciones tanto como lo hizo Menem, y tal como lo hace ahora, en Santa Cruz: manipuló la Constitución provincial hasta instaurar la reelección indefinida, creó una Corte adicta, manejó los jueces, asfixió a la prensa, combatió a los opositores, y amenazó a los disidentes. Vivió en su gobierno provincial gracias a las regalías petroleras que le enviaba su jefe político desde Buenos Aires; regalías que hoy se encuentran cercanas a los 1.000 millones de dólares en el exterior, esperando ser devueltas al pueblo santracruceño.

* Ojalá recordemos todos que a finales de 2001, cuando la Argentina estaba por estallar, usted hacía campaña para presidente y, dado que no lo conocía nadie acá, trataba bien a la prensa y hablaba con todos los que le pudieran dar cámara; sí, aquellos a los que hoy desprecia e insulta semanalmente. En ese momento eran "importantes comunicadores sociales de la democracia".

* Ojalá recordemos que usted, ultra-demagogo como siempre, defendía en ese diciembre de 2001 la continuidad de la convertibilidad y decía que salir de ella iba a ser un "error catastrófico". Ojalá veamos que de esto se deduce que usted no tiene la más pálida idea de economía, conclusión que se refuerza observando, entre otras, la penosa forma en que "combate" usted la inflación.

* Ojalá recordemos que usted como funcionario público multiplicó su patrimonio de una manera inexplicable y, además, se abstuvo de presentar sucesivas declaraciones juradas al fisco de su provincia que, de todos modos (y obviamente), jamás se las reclamó. Ojalá tomemos nota de que cuando fue candidato presidencial y se vio obligado a presentarla, no pudo explicar cómo era que tenía un patrimonio de casi 7 millones de pesos, si sólo había sido abogado particular primero y funcionario público después. Ojalá, en todo caso, se digne a contarnos el secreto de tamaña hazaña.

* Ojalá recordemos, sí! Ojalá que cuando recordemos esa "Argentina del pasado" que usted siempre nombra, no omitamos advertir que usted y sus máximos funcionarios y partidarios, fueron parte activa del proyecto hegemónico de aquel entonces, que encabezaba Carlos Menem. Ojalá recordemos que compartían ese gobierno de manera entusiasta y formando parte como funcionarios, legisladores o voceros, usted, su esposa, el vicepresidente, varios ministros, los titulares de las Cámaras, los jefes de bloques, los gobernadores, innumerables legisladores e intendentes, y los jerarcas sindicales.

* Ojalá recordemos al votar, que .

- Daniel Scioli fue diputado menemista, funcionario duhaldista y ahora es vicepresidente de ... usted.

-Daniel Filmus, funcionario del corrupto Carlos Grosso en la Ciudad de Buenos Aires, menemista e impulsor de la Ley Federal de Educación en los 90, hoy ministro de Educación de... usted.


- Alberto Fernández fue superintendente de seguros del menemismo, luego legislador cavallista y compañero de lista de gente que reivindica a Videla, y ahora es jefe de Gabinete de ... usted.


- Martín Redrado fue funcionario económico menemista, y ahora preside el BCRA con ... usted.
- Aníbal Fernández, prófugo de la Justicia durante su gestión como intendente de Quilmes en 1994, fue ministro de Duhalde y Ruckauf en la Provincia, y ahora es ministro del Interior... de usted.


- Miguel Ángel Pichetto fue un furibundo apologista del menemismo, llegando a calificarlo como el mejor gobierno de todos los tiempos, y ahora es el presidente del bloque oficialista en el Senado con ... usted.


- Ginés González García fue ministro duhaldista en la Provincia, luego en Nación, y ahora es ministro de... usted.


- Oscar Parrilli fue diputado menemista, miembro informante del PJ a la hora de tratar las privatizaciones, y ahora es secretario general de la Presidencia de.... usted.

... y así podría seguir un listado interminable de menem-duhalde-kirchneristas de discurso reciclado pero de continuo y repugnante accionar político.

* Ojalá recordemos que usted para ser presidente se asoció a Eduardo Duhalde y a la mafia política del Conurbano, que utilizó la claque de intendentes delincuentes, casi todos vinculados al narcotráfico y al lavado de dinero, que le llevaron público a sus actos cuando era un ignoto gobernador sureño. Ojalá recordemos que el reparto de El Padrino que su esposa nombró en un increíble acto de hipocresía política, hoy es parte activa de su movimiento interno dentro del PJ.

* Ojalá recordemos que usted protege y encubre políticamente a impresentables sujetos que acumulan denuncias de corrupción y violencia política, como el intendente Sergio Villordo de Quilmes, hombre de su ministro del Interior, al que hoy se acusa incluso de haber ocultado un cadáver. Y así tantos otros intendentes y gobernadores de milimétrica estofa.

* Ojalá recordemos que usted sigue viviendo - y lo demostró en el acto del 25 de mayo pasado, y sin duda lo seguirá demostrando en este año electoral - del clientelismo político más atroz y repulsivo. Que sigue lucrando con la pobreza, que continúa utilizando las carencias de la gente para satisfacer su infinito ego y sus circunstanciales necesidades políticas. Que sigue llenando actos artificialmente y vanagloriándose ante los aplausos de un séquito que ha perdido toda dignidad.

* Ojalá recordemos que usted es el presidente que más decretos de necesidad y urgencia ha firmado. Que es el presidente que desprecia el Congreso de la Nación al punto de convertirlo en sucursal del Ejecutivo. Que es el presidente que no reconoce los partidos políticos, que combate a la prensa que no lo alaba, y que se erige en juez de lo que hacen o dejan de hacer sus no partidarios.

* Ojalá recordemos que usted produjo un cambio en una Corte Suprema que era impresentable, pero a costa de pulverizar el sistema republicano de gobierno ordenándole al Congreso que destituyera a la cabeza del Poder Judicial, cadena nacional mediante. Ojalá recordemos que usted es el presidente que más jueces federales y camaristas ha designado, y que reformó el Consejo de Magistratura para mantener controlada la Justicia. Y el caso Skanska lo demuestra.

* Ojalá recordemos cómo manipula usted al INDEC, hasta el colmo de lo impresentable, para venderle a la sociedad cifras ridículas que no pueden de todos modos tapar los zafarranchos que causa su impericia personal y la ineptitud general de todo su gobierno para administrar la Argentina.

* Ojalá recordemos que usted parece considerar enemigo a todo aquel que lo critica, aún sanamente. Ojalá recordemos que usted de este modo, mediante la violencia verbal, la amenaza y el amedrentamiento, genera divisiones, polariza y excluye a todo aquel que opine distinto. Al menos, hasta hoy, se puede VOTAR distinto... verdad?

* Ojalá recordemos (último momento) que usted dijo que el caso Skanska era "un problema entre PRIVADOS". Sería bueno saber por qué ahora ha echado a dos funcionaros PÚBLICOS.

Podría seguir, Presidente, pero el mail tiene que terminar en algún momento.

Eso sí... lo de la memoria, lo comparto plenamente con usted, y por eso, difundo con lealtad cívica su mensaje:



OJALÁ EL 28 DE OCTUBRE LOS ARGENTINOS TENGAMOS, POR UNA VEZ EN LA VIDA, BUENA MEMORIA. MUY BUENA MEMORIA.



Y se agradece su difusión ...

Anónimo dijo...

Con su furia autoritaria, Kirchner destruye a Filmus y eleva a Macri más allá del 60% de los votos

Néstor Kirchner pelea con la realidad. Caprichoso, no entiende que ni siquiera pudo cambiarla en Santa Cruz, donde hace casi 4 meses no puede ir a su propia casa. ¿Qué pasaría si el día de mañana tuviera que gobernar desde Olivos porque los porteños no querrían que ingresara a la Ciudad, en caso de discriminarlos, tal como ha amenazado si gana Mauricio Macri? Ocurre que Macri ganará, ya es inmodificable, y en gran parte gracias a la falta de inteligencia del Presidente.

Anónimo dijo...

Argentina, un país de oportunidades: un secretario de los Kirchner construye un hotel top en Tucumán.
Ricardo Barreiro atiende al matrimonio K desde los ´90. Con un supuesto crédito del Banco de Santa Cruz, levantó una exclusiva posada en los Valles Calchaquíes.
Barreiro "era un tipo común de clase media baja", dicen en El Calafate. Néstor Kirchner tiene un “secretario próspero”, así como Carlos Menem tuvo a Ramón Hernández, su secretario emblema de los ’90, que aún hoy no puede justificar sus millonarias cuentas bancarias.

Ricardo Barreiro, colaborador y secretario del matrimonio Kirchner, pasó de ser un simple empleado de protocolo provincial a empresario y dueño de Altos de Amaicha, un hotel cuatro estrellas que está por ser inaugurado en una de las zonas de mayor atractivo de Tucumán, los valles Calchaquíes.

Según Marta Miroli -mujer de Barreiro y encargada de controlar el hotel- éste fue financiado con un crédito del Banco de Santa Cruz. El desarrollo habría implicado una inversión cercana al millón y medio de pesos.

“A todos les dice que el hotel es de ella y que lo hizo con un crédito del Banco de Santa Cruz, hasta muestra los papeles. Marta sabe que todos creen que ellos sólo ponen la cara”, contó un miembro del Consejo de Educación de Santa Cruz.

Según Alvaro Lamadrid, candidato a intendente de El Calafate, por la UCR-Frente Cívico, en los primeros años del kirchnerismo Barreiro “era un tipo común de clase media baja”. En cambio, ahora “tiene varias franquicias de empresas nacionales, a las que llegó por su conexión con Kirchner. Su crecimiento fue aluvional e inexplicable”.

“Era una pareja a la que ni siquiera le alcanzaba el sueldo. Ella es docente y él era empleado público. Era el mayordomo de la residencia oficial en El Calafate”, cuenta una amiga del matrimonio.

Las tierras donde se construyó el hotel fueron expropiadas por Barreiro a la tribu de los indios quilmes.

Anónimo dijo...

PUBLICADA EN jorgeasisdigital.com

Consagraciones

Merece consignarse, para terminar, la pelea de declaraciones y solicitadas.
En este rincón, Eduardo Costa, el candidato emergente. Tan rico como Macri pero con las ideas de la señora Carrió. Es, se dijo, el propietario de los supermercados Hipertehuelches, diseminados en la Patagonia, desde Bahía Blanca a Ushuaia.
En el otro rincón, los máximos exponentes del lupinismo empresarial. Como se dijo, lo más parecido a los socios, de alguien que no tiene socios. Ni puede tenerlos.
Los señores Cristóbal López y Lázaro Báez, dos titanes que merecen la consagración promocional, con páginas que celebren, separadamente, sus "vidas y obras".
Aún cuesta explicarse por qué la revista Caras no encara una producción del estilo: "El Resucitado muestra su casa".
A los titanes del juego y de la construcción, lanzados a la conquista del petróleo, se les agregó, el domingo, en otra solicitada, Sergio Gotti. Es uno de los dependientes más calificados de Lázaro.
Sergio es el liquidador de la parte de la constructora familiar, de la porción que le quedaba al Tío Fausto, que nada tiene en común con el Tío Plinio. A propósito, Fausto prefirió recluirse en la estancia de Los Ventisqueros. Entre la majestuosidad, suele recibir las cuotas interminables por la liquidación de la empresa familiar. Cuyos certificados de obra fueran cobrados por la fosforescente Invernes, una empresa pujante que pasó, hacia la indiferencia de la historia, como Inversiones Néstor.
Invernes fue comprada, en su casi totalidad, por la uruguaya Swindell. En un formidable dibujo que envidiaría Paéz Vilaró.

Sin embargo, Sergio Gotti es, según nuestras fuentes, de los tres, quien más odia a Eduardo Costa. Por cuestiones parroquiales. Las otras diferencias son institucionales.
Ocurre que Costa, el Hipertehuelche, cometió la imperdonable trasgresión de haber pretendido inmiscuirse en el negocio vedado de las áreas petroleras.
Entonces emerge, el Hipertehuelche, en Santa Cruz, como un riesgo potencialmente estratégico. Costa se atreve a denunciar la cartelización. Para colmo, no depende de las ventas al Estado.
Lo agraviante es que el Hipertehuelche, al Lupo, lo corre por izquierda. Aunque sea radical. Y su esposa Mariana también arme lo suyo, con el escudo de la señora Carrió.
Aparte, el Hipertehuelche se encuentra asesorado, según nuestras fuentes, por el refinado radical Javier Bielle. Por lo tanto el nuevo conyugalismo confrontacional junta disidentes descolgados de los dos grandes partidos, y del nostálgico Frente Grande. Convocan para armar un gran Frente, a los efectos de acabar con la hegemonía lupinista, a más tardar, en el 2011. Aunque el descascaramiento tienta a intentarlo en el 2007.

Por ahora el Hipertehuelche se dedica a "caminar" la provincia.
Para crecer, explota el avanzado proceso de descascaramiento del Lupo.
La semana anterior anduvo por Calafate y Río Turbio. El jueves, mientras se escribe este apurado despacho, anda por Caleta Olivia. Aparte, trata con consultoras y expertos marquetineros de Buenos Aires.
"Comemonederos", como los define Rocamora. Siempre disponibles, como los medialuneros.