JAIME VUELA CON FRANCO

Después del día de cierre. Aquí el resultado.

El avión que puso en jaque a Ricardo Jaime era un negocio de Franco Macri

Según documentos a los accedió PERFIL, el avión en el que viajaba Ricardo Jaime iba a formar parte de la flota de aviones de Franco Macri. El verdadero dueño de la aeronave es Manuel Vázquez, un lobbysta, amigo del ex funcionario, cara visible de Pegasus Equity Investments, una empresa radicada en Costa Rica que sería subsidiaria del grupo español CYAES, con sede en Madrid y del cuál Vázquez forma parte. Discuciones y negocios en torno a la nave.
Juan Cruz Sanz
El misterio sobre el avión Lear Jet N786YA en el que volaba el ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime empieza a disiparse. Detrás de las sociedades con sede en paraísos fiscales, ahora empiezan a aparecer nombres, apellidos, negocios millonarios, amistades y lobby kirchnerista.
PERFIL accedió a la documentación que certifica que la aeronave era un negocio de Macair Jet SA, la aerolínea del Grupo SOCMA, liderado por Franco Macri, padre del jefe de Gobierno porteño y que pretendía ser utilizada como un instrumento de conexión con Ricardo Jaime. ¿El objetivo? Tener llegada directa al despacho principal de la secretaría de Transporte y así obtener facilidades a la hora de la obtención de permisos y habilitaciones correspondientes para la explotación sobre el mercado aeronáutico, algo que no le venía resultando nada fácil a la empresa macrista.
El enlace entre Macair y la secretaría sería Manuel Vázquez, asesor externo, íntimo amigo de Jaime y lobbista de varias empresas con trato directo con el renunciado secretario de Estado. La compañía de Macri habría encontrado la oportunidad de una vinculación con Vázquez mediante la compra del avión, acercándole un socio para cerrar la operación. Además, le habría prometido más ganancias si le otorgaba a Macair la explotación del Lear Jet. Fue el comienzo de un acuerdo frustrado.
Corría septiembre de 2008. Vázquez se entusiasmó: levantó el teléfono, llamó a Europa y le dieron el OK. Así, acercó a Pegasus Equity Investments SA, un fondo de inversión de sede en Costa Rica que comprometió más de 500 mil dólares para poder concretar la compra. El resto del dinero, poco menos de tres millones y medio de dólares, lo puso Elkrest Investments Limited, una compañía con sede en las Islas Británicas y a quién Pegasus le devolvería el dinero. Según confirmó PERFIL, la cara visible de esta sociedad sería Jorge Cupeiro, el empresario y reconocido ex piloto de autos de carreras, íntimo amigo de Carlos Colunga, presidente de Macair Jet, que declaró el jueves ante la Justicia en el marco de la investigación contra Jaime por presunto enriquecimiento ilícito.
De la operación de compra se encargó Macair, que además buscó el avión en los Estados Unidos para traerlo a la Argentina. Colunga aseguró ante la Justicia que se corrió del negocio ante la negativa por parte de Vázquez de blanquear a los verdaderos dueños de Pegasus y que se inicie el cambio de matriculación norteamericana a matrícula argentina. Sin embargo, por lo menos tres fuentes que tuvieron acceso a distintas partes de la operación certificaron a este medio que en ningún momento se discutió ese tema. Según consta en el acuerdo de préstamo de la aeronave entre Pegasus, Elkrest y el Banco de Utah, firmado el 24 de diciembre de 2008, el operador inicial sería Macair Jet SA. En ese contrato también se deja constancia que la matrícula seguiría siendo norteamericana. “Eso ya estaba definido. Ese avión era para Macair. No había nada más que discutir. Colunga nunca puso condiciones porque la idea era poder acceder a los otros permisos. El problema fue otro”, aseguró una de las fuentes.
De acuerdo a la declaración de Colunga y Enrique García Moreno, uno de los pilotos que trajo el avión a la Argentina el 7 de febrero último, en pleno vuelo, Vázquez ordenó que el avión debía aterrizar en San Fernando y no en Aeroparque como estaba previsto. A partir de ese momento, la relación entre Macair y Vázquez se rompió. El 13 de Marzo, casi un mes y medio después, Daniel Kucharczuk, gerente de Mantenimiento de Macair, le envió un correo electrónico a Julián, hijo de Vázquez, quién estaba al frente de la compra. En ese correo, Kucharczuck intimó a Vázquez para que le pague honorarios pendientes y le avisó que mientras no se condone esa deuda no se iban a iniciar los trámites correspondientes para la obtención de certificaciones mínimas, necesarias para que la aeronave vuele en el espacio aéreo argentino. Con fecha del 1 de Enero de 2009, la empresa Aviator Services, emitió una factura a nombre de Macair Jet SA por siete mil dólares por servicios prestados en torno a las habilitaciones necesarias para el Lear Jet.
Diferencia. El problema que habría desencadenado la discusión tiene precio: una diferencia de 800 mil dólares en una venta final que se produjo en US$ 4.083.000. “Vázquez se enteró que se le metió un sobreprecio al avión. Estalló en furia y ahí se acabaron los negocios”, aseguraron fuentes del aeropuerto de San Fernando. Esa teoría ya es tenida en cuenta por la Justicia.
El 8 de diciembre de 2008, Macair Jet empezó la explotación de la línea aerocomercial, Aerochaco, en conjunto con el gobierno de Jorge Capitanich, gobernador chaqueño y hombre fuerte del kirchnerismo. El grupo Socma aportó, a través de Macair, tres millones de dólares y la afectación de dos aeronaves MD-87 para que Aerochaco empiece a volar. Según el boletín oficial del 10 de diciembre de 2008, la secretaría de Transporte, mediante la resolución 958, le permitió a Macair ampliar la capacidad comercial para “explotar vuelos no regulares”. La relación estaba encaminada. Sin problemas, 14 días después Macair cerró la compra del avión que luego sentenciaría la carrera oficial de Ricardo Jaime.

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