RECUERDOS

"Creo en esas tardes que viví jugando a la pelota"

Callejeros - Creo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

JUAN CRUZ: Me llenó de ternura y recuerdos tu frase. Comparto:
Recuerdo las tardes largas y ocres del verano en las playas de Punta Mogotes cuando no tenía miedo a la profundidad. Allí Cayetano, mi papá, con paciencia me enseñó a “nadar”, primero a patalear, después el perrito. Por último lo más difícil: coordinar las brazadas con las patadas y la cabeza…siempre arriba!
La cancha de voley nos llevaba horas. Mirar, jugar…Hay equipo? Nos mezclábamos con los cogotudos porteños de doble apellido y nos cagábamos de la risa; ellos tenían la técnica nosotras la juventud la fuerza y sobre todo las ganas de pasarla bien. Reconozco que Mary,mi hermana, me superaba en todo menos en la capacidad para revolcarme en la arena y hacerme milanesa por “salvar” una pelota. Hasta algún picado de cabeza con la bocha de goma con los primos y hermano. Una tarde hermosa de diciembre levantaron campamento y se olvidaron de mí…estaba mirando voley por supuesto. Cuando se dieron cuenta me volvieron a buscar yo ni cuenta me había dado…ellos todos preocupados. Esos días privilegiados en que nos quedábamos de campamento improvisado a dormir nos divertíamos sacando chispas en la arena húmeda. O mirando una tormenta eléctrica que se tragaba el mar. Noches de canciones con o sin estrellas. Magia adolescente. La luz está adentro.
Las caminatas hasta el puerto o al Faro dependían del viento y las ganas. Punta mogotes nos regaló tardes hermosas de mar, sol, alegría, familia, amigos. En ese momento no podía entender como Alfonsina podía escribir esos versos tan tristes si tan enamorada estaba del mar. Hoy entiendo un poco más. También me pongo melancólica mirando el mar y lo que antes era desafío e invitación hoy se llama prudencia, inmensidad.
Algunos gozos se transformaron en dolor, en pérdida. Historia de uno que no se vuelve a repetir. Entonces la madurez te enseña que la novedad es olvido. Que la pobreza es mala compañía. Que el trabajo es salud. Que disfrutar es un privilegio (para los que tienen carpa). Que mejor solo porque los demás son peligrosos, te usan. Que valés por lo que tenés, mientras más tenés más valés, más podés. Y entonces me parece que que la comprendo y se me viene toda la tristeza de este poema:

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.

Pero no me quedo en el dolor y sueño otras tardes. Distintas. De la manos de mis hijos. De los que más quiero. Me enamoro otra vez del mar y el dolor de hoy desaparece y se transforma en esperanza.
Un beso.Feliz día.

Anónimo dijo...

me acorde cuando hacia ring raje, y le pegaba calcomanias a los timbres...
nada que ver!

Anónimo dijo...

Juan Cruz.
Te has ganado el respeto y la admiración de los que buscan la verdad, de los que creen que aún es posible un mundo mejor, una argentina mejor. Parece que hubiese pasado muchos años desde que te vi afuera de la Cámara de Diputados, entrevistando a Garzón de ATE. Entonces ya te leía y me dio gusto ver que eras tan joven, porque sabemos que te tendrán que aguantar por muchos años, esperamos todos que tus convicciones no cambien y sigas siendo el expositor de las "cosas" de Gallegos, gracias por tu trabajo y cuando estés por nuestra ciudad..vení tomarte unos mates a Prensa de ATE.
un abrazo y cuidate.