Dentro del esquema del holding empresarial de Lázaro, Butti ya estaba pagando el castigo de un grosero error: la causa radicada en el principado de Liechtenstein por lavado de dinero. Eso le provocó a Austral el embargo de 10 millones de dólares que provenían de una operación que ya les había causado un gran dolor de cabeza. Una transacción con el gobierno santafesino que parecía fácil salió mal. Austral le vendió 140 motoniveladoras chinas a la gestión del ex Gobernador kirchnerista Jorge Obeid. La constructora del sur se presentó como representante de una fabrica del gigante asiático y con muchas irregularidades se presentó en la licitación. Se suponía que la cosa no debía llegar a mayores: casi sin despeinarse ganó el concurso licitatorio. Pero al poco tiempo las denuncias por sobreprecios e irregularidades en la exportación no tardaron en llegar.
El 15 de mayo de 2006 se depositaron 10 millones de dólares provenientes de Austral Construcciones SA de la Argentina en una cuenta en el Banco de Liechtenstein, pero la transacción no cumplió con los estándares requeridos y todo el peso de la Justicia de ese país cayó sobre la empresa santacruceña. Butti fue el encargado de la operatoria: "El mismo pidió hacerla. Decía que estaba todo bien y que tenía todo solucionado. En primer momento iba a viajar a Europa otra gente con llegada a la mesa chica de la empresa, pero finalmente se decidió que viaje él. Al fin y al cabo era el que más sabía cómo se manejaban las cuentas", contó a este blog una persona que trabajó para Butti en ese momento. "Me acuerdo que se le pidió que sea riguroso porque la plata ya venía complicada, pero él insistió en que era una pavada", agregó. Butti cruzó el Atlántico y buscó la manera más fácil de hacer la transacción, pero para concretarla era necesario la participación de un broker financiero. Butti llamó a Río Gallegos y aseguró que ya tenía "todo listo", pero la Justicia europea observó que había varios errores. Suficientes para ponerse a investigar. Así lo explicó el diario PERFIL, el 22 de Julio de 2007:
"Un juez de instrucción del Principado de Liechtenstein investiga las operaciones financieras de la empresa santacruceña Austral Construcciones, cuyo propietario real es Lázaro Báez, amigo y socio del presidente Néstor Kirchner. El magistrado Nicole Netzer le trabó un embargo por 10 millones de dólares a la compañía en el marco de una investigación por presunto lavado de dinero y les requirió a dos jueces federales argentinos "información sobre posibles irregularidades" en los negocios de Báez. Netzer rastreó el circuito del dinero gracias a testimonios de testigos y de un informe de la Financial Intelligence Unit (FIU) europea. Las pruebas recolectadas verificaron que el dinero de Austral S.A. pasó al menos por dos paraísos fiscales. Según acreditó el juez, los fondos salieron en mayo del año pasado del banco Macro Bansud rumbo al Sud Bank and Trust Ltd. de las Islas Bahamas. Y desde allí, se depositaron en el Hypo Investment Bank AG, en el principado de Liechtenstein, una ciudad emplazada sobre el valle del Rin en los Alpes, al oeste de Suiza. Ocurrió el 15 de mayo del año pasado. Fueron depositados en la cuenta Nº 306.690, propiedad de Trade 24 Limited. La firma, que posee su sede comercial en la República de Seychelles, declaró que su objetivo era operar en moneda extranjera (libras esterlinas) las ganancias provenientes de la venta de sistemas de calefacción. Sin embargo, los fondos depositados en ese activo financiero eran, curiosamente, de Austral Construcciones y los embargó el juez.
"La transacción no cumplió con los requisitos estándares", dictaminó el juzgado europeo con el paper de la FIU en sus manos. Y la empresa de Báez reclamó la propiedad del dinero sólo después de bloqueada la cuenta. Trade 24, que previó el ocaso, actuó con lucidez. Autorizó al británico Paul Cardy y al neocelandés Mark Spiers –hoy únicos imputados en la causa– a utilizar la cuenta bancaria en Liechtenstein. Y para justificar el depósito proveniente de la empresa de Lázaro Báez entregaron al Hypo Investment Bank un contrato firmado entre Austral y Trade 24 Ltd para transferencias inferiores a 10 millones de dólares por la compra y venta de títulos. El acuerdo, que figura en el expediente de Netzer, lleva la rúbrica del contador santacruceño Fernando Butti, hombre de confianza de Báez. Operación "desbloqueo". Los miembros del directorio de Austral Construcciones, alterados, iniciaron consultas para destrabar el dinero. Frank Clement se presentó ante el juez Netzer como "representante legal" de la empresa santacruceña. Y argumentó que el monto incautado provino de actividades comerciales efectuadas entre enero y abril de 2006. Y que en las Islas Bahamas habrían adquirido títulos por 10.000.000 dólares. Los interlocutores designados por Butti presentaron también documentación firmada por autoridades de Santa Cruz y por el ex titular de la Dirección Provincial de Vialidad de Santa Fe, Antonio Grbavac, por la cuestionada compra de 140 motoniveladoras chinas a Austral Construcciones. La requisitoria de Netzer fue enviada al juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño. El magistrado rechazó hablar con PERFIL."
El 15 de mayo de 2006 se depositaron 10 millones de dólares provenientes de Austral Construcciones SA de la Argentina en una cuenta en el Banco de Liechtenstein, pero la transacción no cumplió con los estándares requeridos y todo el peso de la Justicia de ese país cayó sobre la empresa santacruceña. Butti fue el encargado de la operatoria: "El mismo pidió hacerla. Decía que estaba todo bien y que tenía todo solucionado. En primer momento iba a viajar a Europa otra gente con llegada a la mesa chica de la empresa, pero finalmente se decidió que viaje él. Al fin y al cabo era el que más sabía cómo se manejaban las cuentas", contó a este blog una persona que trabajó para Butti en ese momento. "Me acuerdo que se le pidió que sea riguroso porque la plata ya venía complicada, pero él insistió en que era una pavada", agregó. Butti cruzó el Atlántico y buscó la manera más fácil de hacer la transacción, pero para concretarla era necesario la participación de un broker financiero. Butti llamó a Río Gallegos y aseguró que ya tenía "todo listo", pero la Justicia europea observó que había varios errores. Suficientes para ponerse a investigar. Así lo explicó el diario PERFIL, el 22 de Julio de 2007:
"Un juez de instrucción del Principado de Liechtenstein investiga las operaciones financieras de la empresa santacruceña Austral Construcciones, cuyo propietario real es Lázaro Báez, amigo y socio del presidente Néstor Kirchner. El magistrado Nicole Netzer le trabó un embargo por 10 millones de dólares a la compañía en el marco de una investigación por presunto lavado de dinero y les requirió a dos jueces federales argentinos "información sobre posibles irregularidades" en los negocios de Báez. Netzer rastreó el circuito del dinero gracias a testimonios de testigos y de un informe de la Financial Intelligence Unit (FIU) europea. Las pruebas recolectadas verificaron que el dinero de Austral S.A. pasó al menos por dos paraísos fiscales. Según acreditó el juez, los fondos salieron en mayo del año pasado del banco Macro Bansud rumbo al Sud Bank and Trust Ltd. de las Islas Bahamas. Y desde allí, se depositaron en el Hypo Investment Bank AG, en el principado de Liechtenstein, una ciudad emplazada sobre el valle del Rin en los Alpes, al oeste de Suiza. Ocurrió el 15 de mayo del año pasado. Fueron depositados en la cuenta Nº 306.690, propiedad de Trade 24 Limited. La firma, que posee su sede comercial en la República de Seychelles, declaró que su objetivo era operar en moneda extranjera (libras esterlinas) las ganancias provenientes de la venta de sistemas de calefacción. Sin embargo, los fondos depositados en ese activo financiero eran, curiosamente, de Austral Construcciones y los embargó el juez.
"La transacción no cumplió con los requisitos estándares", dictaminó el juzgado europeo con el paper de la FIU en sus manos. Y la empresa de Báez reclamó la propiedad del dinero sólo después de bloqueada la cuenta. Trade 24, que previó el ocaso, actuó con lucidez. Autorizó al británico Paul Cardy y al neocelandés Mark Spiers –hoy únicos imputados en la causa– a utilizar la cuenta bancaria en Liechtenstein. Y para justificar el depósito proveniente de la empresa de Lázaro Báez entregaron al Hypo Investment Bank un contrato firmado entre Austral y Trade 24 Ltd para transferencias inferiores a 10 millones de dólares por la compra y venta de títulos. El acuerdo, que figura en el expediente de Netzer, lleva la rúbrica del contador santacruceño Fernando Butti, hombre de confianza de Báez. Operación "desbloqueo". Los miembros del directorio de Austral Construcciones, alterados, iniciaron consultas para destrabar el dinero. Frank Clement se presentó ante el juez Netzer como "representante legal" de la empresa santacruceña. Y argumentó que el monto incautado provino de actividades comerciales efectuadas entre enero y abril de 2006. Y que en las Islas Bahamas habrían adquirido títulos por 10.000.000 dólares. Los interlocutores designados por Butti presentaron también documentación firmada por autoridades de Santa Cruz y por el ex titular de la Dirección Provincial de Vialidad de Santa Fe, Antonio Grbavac, por la cuestionada compra de 140 motoniveladoras chinas a Austral Construcciones. La requisitoria de Netzer fue enviada al juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño. El magistrado rechazó hablar con PERFIL."
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