LE SOLTARON LA MANO

Ricardo Jaime se fue. Tarde pero seguro, el hombre con más denuncias de corrupción del gabinete kirchnerista decidió dar un paso al costado. Leo crónicas en todos los diarios sobre la salida y el nuevo mensaje que intenta dar el Gobierno Nacional luego de la derrota en las elecciones del domingo. Pero en todas las notas encuentro lo mismo, se lo menciona a Jaime como un hombre de Julio De Vido. Error.
El ex secretario de Transporte siempre respondió en forma directa a Néstor Kirchner. Fue el propio Kirchner el que lo llamó a Cordoba en el 2003 para ofrecerle formar parte del Gobierno Nacional. Hasta ese momento el trato con De Vido, era nulo. Sólo se conocían de haber compartido funciones en el gabinete santacruceño. Ya en la presidencia, De Vido se encargó de darle a su secretario de Transporte todas las comodidades y libertades necesarias. Era hombre del Ruso, como le dice el hiperministro de Planificación al Primer Caballero.
Ahora, recluido en el country cordobés Cuatro Hojas, no va a faltar mucho para que la Justicia avance en algunas de las 16 causas que Jaime tiene abiertas. Entre ellas, asociación ilícita, presunto enriquecimiento ilícito y aceptación de dádiva. Pero sin poder, las luces se apagan y los respetos se pierden.
Ricardo Cirielli no es ningún santo. Compartió la secretaría de Transporte con Jaime y fue su compañero de aventuras en muchas oportunidades. Además es unos de los máximos responsables del deplorable resultado de las políticas nacionales con el sistema aerocomercial. Resulta ser que ahora, el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial tiene "la sensación" de que Jaime incurrió en supuestos actos de corrupción. "Parecía de aspecto humilde, una persona común, pero a medida de que fueron pasando los meses, se aisló de los subsecretarios, era inalcanzable, una persona soberbia, se creía que el poder le iba a durar para toda la vida", dijo Cirielli.
"Evidencia no tengo, pero me da esa sensación. Esa percepción la tengo por el cambio de actitud de él, cómo se movía. Pasó a tener chofer, custodio. Es una persona que cambió de hábitos, de ropa, muy soberbia. Se metía en todo. Siempre se jactó de hablar directamente con (el ex presidente Néstor) Kirchner. Lo iba a ver casi todas las noches", sentenció.
Cirielli, ahora te pregunto. Si tenías esas dudas: ¿Por qué no las dijiste antes? ¿Le tenías miedo al karateca (Jaime es cinturón negro)?

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