No son todos iguales. A veces, vale la plena aclararlo. Hace algunas semanas, en un trabajo en conjunto con Francisco Muñoz, reportero gráfico, amigo y periodista de la agencia OPI Santa Cruz, pudimos fotografiar al juez, Santiago Lozada, el hombre que tiene que investigar al kirchnerismo en su propia cuna, tomando un cafecito con Victor Manzanarez, el contador del imperio K. La foto mostró, por primera vez, la impunidad que reina en el terruño del matrimonio presidencial, algo que se sabía pero era difícil de graficar. La foto lo pudo.
Días atrás me pasaron una anécdota que cuenta Emilio Garcia Pacheco, ex profesor de Historia de Néstor Kirchner y una de las principales fuentes de consulta del ex presidente. El relato fue contado para un suplemento que recopila la historia de las familias tradicionales de Santa Cruz, en este caso, contaba la vida de los Aguilar Torres, unas de las familias históricas de Río Gallegos:
"Había una persona que solía sentarse a almorzar en otra mesa, el doctor Bernardo Tancredo Aguilar Torres, miembro del Superior Tribunal de Justicia. Mis amigos me dijeron que lo invitáramos a incorporarse a nuestra mesa porque veíamos que estaba solo. Hay que decir que nuestra mesa era muy bulliciosa. Me acerqué, me presenté, lo saludé y le formulé la invitación. El hombre me miró y me dijo: “Mire joven, yo le agradezco mucho a usted y a sus amigos la preocupación que tienen por mi supuesta soledad, pero yo soy Juez, y el Juez no puede tener amigos. Yo no sé si mañana me toca juzgarlo a usted o alguno de estos bulliciosos”. Me agradeció con mucha finura y no se incorporó a nuestra mesa"
Vale la pena aclararlo, no son todos iguales.
Días atrás me pasaron una anécdota que cuenta Emilio Garcia Pacheco, ex profesor de Historia de Néstor Kirchner y una de las principales fuentes de consulta del ex presidente. El relato fue contado para un suplemento que recopila la historia de las familias tradicionales de Santa Cruz, en este caso, contaba la vida de los Aguilar Torres, unas de las familias históricas de Río Gallegos:
"Había una persona que solía sentarse a almorzar en otra mesa, el doctor Bernardo Tancredo Aguilar Torres, miembro del Superior Tribunal de Justicia. Mis amigos me dijeron que lo invitáramos a incorporarse a nuestra mesa porque veíamos que estaba solo. Hay que decir que nuestra mesa era muy bulliciosa. Me acerqué, me presenté, lo saludé y le formulé la invitación. El hombre me miró y me dijo: “Mire joven, yo le agradezco mucho a usted y a sus amigos la preocupación que tienen por mi supuesta soledad, pero yo soy Juez, y el Juez no puede tener amigos. Yo no sé si mañana me toca juzgarlo a usted o alguno de estos bulliciosos”. Me agradeció con mucha finura y no se incorporó a nuestra mesa"
Vale la pena aclararlo, no son todos iguales.
1 comentario:
Tremendo.
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