Leandro Doolan es un joven periodista de Río Gallegos. A sólo una materia de recibirse de Técnico Universitario en Comunicación Social, Leandro se animó a escribir en exclusiva para el blog. Además, de ser el coconductor del programa radial "La Parada", el programa más escuchado en la mañana riogalleguense, desde ahora Leandro estampará su visión crítica de lo que para su forma de entender la realidad, le inquieta a los habitantes de la capital santacruceña.
Santa Cruz histórica
MOVILIZACIÓN (ANTES) Y DESPUÉS: APUNTES DESDE ¿CIUDAD K?
Por Leandro Doolan
“Tengo 40 años y en mi puta vida vi esto”. Es lo que dijo Pedro, docente, en plena Roca y San Martín, mientras yo cubría el reclamo en el corazón de la ciudad. Aquí es donde nací y juro –también- que nunca antes se había vivido algo así en este lugar. Mucho (y muy bueno) se ha dicho en distintos medios. La idea es sumar elementos y otros detalles que quedaron al pasar.
¡The Rudy´s Times tras las rejas! Eran casi las siete de la tarde del miércoles cuando la columna interminable de manifestantes llegó a Errázuriz y Maipú, faltando sólo cien metros para llegar a la Residencia K. Lo que muchos no notaron es que, detrás del impenetrable paredón humano de gendarmes y policías, no sólo se escondía la Casona Presidencial. Apenas a diez metros de los uniformados se encontraba el edificio de “El Periódico Austral”, el diario gratuito ultra-oficialista de Rudy Ulloa, el ex chofer K devenido en empresario multimedios. La sorpresa además, fue ver cómo rejas negras blindaban puertas y ventanas, y que detrás observaban (preocupados) un puñado de personas. Más sorprenderte aún fue ver a dos caras conocidas ocupando el centro de la escena: se trata de Miguel Carmona y Eugenio Millán, los dos conductores del programa televisivo “El Ojo del Amo”, que se emite por Canal 2. Tal vez la ironía sea que, pese a haber sido testigo de la multitudinaria movilización, ese diario no publicó una sola línea al día siguiente. Todo muy simbólico.
Perder el miedo. Eduardo Mansilla fue uno de los 8 oradores que tomaron el micrófono durante el acto. Es empleado público y vocero de los “autos convocados de la 591”. Hace dos semanas, en la puerta de su casa y a la vuelta de una asamblea, había sido interrogado y amenazado por una persona que dijo ser policía de investigaciones. Que se dejaran de joder que les iba a ir mal; “sabemos quiénes son”, le advirtieron en su momento. Cuando tomó la palabra, habló de animarse y empezar a dar la cara después de mucho tiempo de silencio forzado. Eduardo, hoy, es un espejo y un ejemplo para muchos que allí estuvieron.
¿Oposición y extorsión? Es cierto que entre la multitud se encontraban presentes miembros de la oposición en Santa Cruz; y es seguro que alguno de los voceros de los distintos sectores terminará siendo candidato en octubre. Pero es absurdo minimizar semejante movilización a una cuestión politizada, como se dijo desde el Presidente hacia abajo. Hubo un gesto que marcó esto rotundamente: entre las adhesiones que se leyeron durante el acto, en un momento se mencionó al FUT (aliado al Partido Obrero), la UCR provincial y a Unidos por Santa Cruz (el reciente partido fundado por Eduardo Arnold, ex vicegobernador K y actual opositor). Mientras en el resto de los casos hubo encendidos aplausos, aquí -en cambio- la multitud optó por el silencio absoluto.
Sancho, precoz y silencioso. El aumento salarial que anunció el vicegobernador el martes (día antes de la movilización) fue muy particular. ¡Duró apenas 2 minutos y medio! Allí habló del año que le tocó “estar al frente” del Ejecutivo con el “acompañamiento de la administración pública” y “todo el pueblo de la provincia”. Mientras, los funcionarios miraban hacia abajo y el aplauso final sonó obligado. Es cierto que lo que vino después fue aún más escandaloso. Pero Sancho, desde entonces, se llamó a silencio.
Ocampo chistoso. El día de la marcha pude contar al menos 160 efectivos -entre gendarmes y policías- que cubrían la Casona K junto a la Casa de Gobierno. Cuando le preguntaron a Roque Ocampo el por qué, el ministro dijo que todo se debía a “la seguridad que los manifestantes solicitaron ante el fiscal de turno”, y es por ello que “no se puede hablar de militarización de las calles”. También durante la manifestación pudimos ver cómo en Peugeot 504 casi atropella de frente a un chico que circulaba en bicicleta. Sin embargo, allí no hubo -como en ningún otro lado anteriormente- siquiera un policía que sirviera de resguardo.
¿Comprendes Méndez? Una noticia importante de la semana pasó inadvertida. Tiene que ver con el intendente Néstor Méndez de El Calafate. Entre tantas contradicciones del poder (Ej.: a nivel nacional se realizan las paritarias que aquí niega la misma persona) y tras el efecto Misiones, finalmente el intendente de la villa turística no irá por su cuarto mandato. Pese a que aún hoy en Santa Cruz está permitida la reelección indefinida (otra contradicción), corresponde preguntarse por qué a Méndez no.
Primero hay que decir que este Néstor también ha sido un hombre con suerte: desde la devaluación de 2002 la Argentina se ha vuelto un destino mucho más barato para el turismo extranjero; desde mayo de 2003 El Calafate se ha convertido en el lugar de descanso predilecto del presidente y su familia; de hecho, fue él quien se encargó de publicitar la villa, además de destinarle -vía De Vido- millones de razones en obra pública. Y fundamentalmente, los dos Néstor han tenido la fortuna de nacer en un lugar en cuya geografía -y desde hace miles de años- se cuenta con una enorme maravilla natural como el Glaciar Perito Moreno.
Pero aún así, el intendente K ha retrocedido en su casillero. Fue protagonista, durante el año pasado, de un par de hechos poco felices en la vida pública nocturna de su ciudad, que terminaron siendo vox populi. Y, sobre todo, fue protagonista -¡en vivo para todo el país!- de una fuerte discusión con Jorge Lanata por AM Del Plata. Mientras el periodista (previamente documentado) le consultaba sobre un “robo”, Méndez empezó su defensa imputándole al conductor su presunta homosexualidad. El motivo de la entrevista era contundente: explicar por qué había otorgado, por decreto, miles de metros de tierra fiscal a un valor de $7.50 el M2. A quién…ya se sabía: Néstor, Cristina y familiares K, los ministros Daniel Varizat y Juan Bontempo, el vice Carlos Sancho, los empresarios Rudy Ulloa y Lázaro Báez, importantes miembros de la Justicia, varios diputados provinciales del bloque oficial, entre tantos otros. Pese a haberlo prometido tiempo después, Méndez nunca pudo demostrar con documentación su posición al respecto. Demás está decir que su discurso lo hundió más que cualquier otra cosa. Otros interrogantes alrededor del tema quedaron pendientes.
Luego de este bochorno, hubo quienes dijeron que fue el mismísimo K quien llamó a Méndez y le gritó: “¡Olvidate de tu candidatura…y no me defiendas más!”. Tras una reunión entre ambos el último fin de semana -donde participó un tercero-, fue K quien decidió que fuera este último el que se postule como candidato en octubre. Se trata del actual diputado de esa localidad, Julián Osorio. Es el mismo que, dos años atrás, confesó -antes que nadie- que los 24 diputados provinciales se habían aumentado sustancialmente el sueldo a espaldas de la sociedad.
Para terminar. Hay quienes afirman que esta debacle comenzó a acelerarse tras la (nunca esclarecida) renuncia de Sergio Acevedo a la gobernación un año atrás. ¿Cuánto pesan los hechos como lo ocurrido en El Calafate -y los personajes involucrados- en lo que está viviendo Santa Cruz por estos días? Más allá de esto, y luego de los numerosos hechos oscuros de las últimas tres semanas, hay otro interrogante mucho más importante que la mayoría (y ellos también) nos hacemos, y es el que pregunta si, definitivamente, estamos asistiendo al principio del fin.